Una de mis debilidades. Cuando apetece llorar viendo buen cine, ésta es una opción ideal. Con el trasfondo de la relación interracial, tan actual todavía, tenemos aquí a un reparto excepcional para contarnos una historia que nos conmoverá a todos.
Por una parte, la pareja (también en la vida real, que no matrimonio) de Spencer y Katharine, bordan unas interpretaciones insuperables, enternecedoras, magistrales (el discurso final del señor Drayton acabas viéndolo algo empañado, debido al torrente de lágrimas que te desbordan). La química que se genera entre ambos (Tracy en el final de su vida y Hepburn con los evidentes estragos del Parkinson) convierte su interpretación en una de las más inolvidables de sus carreras.
En cuanto a Sidney Poitier... todo un privilegio contemplar a éste actor que llena con su sola presencia la pantalla (claro está que acaba apagando el lucimiento de su pareja, Katharine Houghton) en un papel que realmente parece escrito para él.
Ésta fue la última película (de las 9) que Tracy y Hepburn rodaron juntos. Él murió 10 días después de finalizar el rodaje (sin llegar a verla concluida). El público asistió en masa a su estreno, y la película se convirtió (en su momento) en la más taquillera del estudio.
Dirigida por Stanley Kramer en 1967, fué nominada para 10 Oscars y acabó llevándose 2, uno para Katharine Hepburn y otro al mejor Guión Original.
Si alguno de vosotros aún no la habéis visto... Adivinad qué película tenéis que ver esta noche...
Por una parte, la pareja (también en la vida real, que no matrimonio) de Spencer y Katharine, bordan unas interpretaciones insuperables, enternecedoras, magistrales (el discurso final del señor Drayton acabas viéndolo algo empañado, debido al torrente de lágrimas que te desbordan). La química que se genera entre ambos (Tracy en el final de su vida y Hepburn con los evidentes estragos del Parkinson) convierte su interpretación en una de las más inolvidables de sus carreras.
En cuanto a Sidney Poitier... todo un privilegio contemplar a éste actor que llena con su sola presencia la pantalla (claro está que acaba apagando el lucimiento de su pareja, Katharine Houghton) en un papel que realmente parece escrito para él.
Ésta fue la última película (de las 9) que Tracy y Hepburn rodaron juntos. Él murió 10 días después de finalizar el rodaje (sin llegar a verla concluida). El público asistió en masa a su estreno, y la película se convirtió (en su momento) en la más taquillera del estudio.
Dirigida por Stanley Kramer en 1967, fué nominada para 10 Oscars y acabó llevándose 2, uno para Katharine Hepburn y otro al mejor Guión Original.
Si alguno de vosotros aún no la habéis visto... Adivinad qué película tenéis que ver esta noche...
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