Película enorme (en muchos aspectos) del maestro Chaplin. ‘Un deber moral’ como él mismo dijo. ‘Si hubiera tenido conocimiento de los horrores de los campos de concentración alemanes no habría podido rodar esta película; no habría podido burlarme de la demencia homicida de los nazis; no obstante estaba decidido a ridiculizar su absurda mística en relación con una raza de sangre pura’.
El día siguiente al termino de la preproducción, estallaba la Segunda Guerra Mundial. Y a pesar de las presiones llegadas de Inglaterra y Estados Unidos, Chaplin se propuso llevar a término la película (como si estuviera predestinado a ello —teniendo en cuenta las coincidencias: ambos median y pesaban lo mismo, y habían nacido la misma semana del mismo mes (abril) del mismo año (1889)... no podía ser de otra manera.
Pero al margen de toda polémica, la película es un derroche de creatividad artística y discurso moral por parte de un Chaplin cuyo propósito es ‘luchar contra la persecución de los pequeños y los débiles'. Y contiene momentos inolvidables, como el baile con el mundo en sus manos, o el de la barbería, atendiendo a un cliente al ritmo de la Danza Húngara número 5, de Brahms, que resulta absolutamente genial.
Así como el desgarrador discurso final que más tarde repetiría en mitines e incluso por la radio nacional.
Le acompañan en el reparto Paulette Goddard, Jack Oakie, Henry Daniell, Billy Gilbert, Reginald Gardnier, Maurice Moscovich Emma Dunn y Grace Hayle entre otros.
Con guión, producción y dirección (también parte de la música) de Charles Chaplin en 1940. Fue candidata a 5 Oscars (Mejor Película, Guión, Actor Principal, Música y Actor Secundario).
Gran película con un Chaplin interpretando las dos caras de la vida: la del bien y la del mal, en un largometraje que no debemos dejar de ver.
El día siguiente al termino de la preproducción, estallaba la Segunda Guerra Mundial. Y a pesar de las presiones llegadas de Inglaterra y Estados Unidos, Chaplin se propuso llevar a término la película (como si estuviera predestinado a ello —teniendo en cuenta las coincidencias: ambos median y pesaban lo mismo, y habían nacido la misma semana del mismo mes (abril) del mismo año (1889)... no podía ser de otra manera.
Pero al margen de toda polémica, la película es un derroche de creatividad artística y discurso moral por parte de un Chaplin cuyo propósito es ‘luchar contra la persecución de los pequeños y los débiles'. Y contiene momentos inolvidables, como el baile con el mundo en sus manos, o el de la barbería, atendiendo a un cliente al ritmo de la Danza Húngara número 5, de Brahms, que resulta absolutamente genial.
Así como el desgarrador discurso final que más tarde repetiría en mitines e incluso por la radio nacional.
Le acompañan en el reparto Paulette Goddard, Jack Oakie, Henry Daniell, Billy Gilbert, Reginald Gardnier, Maurice Moscovich Emma Dunn y Grace Hayle entre otros.
Con guión, producción y dirección (también parte de la música) de Charles Chaplin en 1940. Fue candidata a 5 Oscars (Mejor Película, Guión, Actor Principal, Música y Actor Secundario).
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1 comentario:
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