lunes, 12 de mayo de 2008

LAST TANGO IN PARIS / EL ÚLTIMO TANGO EN PARÍS

Me gusta Bertolucci, me encanta Brando... Luego El último Tango resulta ser una película muy especial para mí. Por muchas razones. Hacía mucho desde la última vez que la ví, y sin duda, la he vuelto a ver con otros ojos, desde otra perspectiva. Y me ha gustado más todavía.

Aquí tenemos a un hombre atormentado por el suicidio de su esposa (papel ideal para el genial Brando), y una niña-mujer que se presta a una relación tortuosa, pasional, casi salvaje en la que la condición es no saber nada el uno del otro. Crean así un universo propio en el que nada tiene absolutamente ninguna importancia más que ellos mismos y su pasión sexual. ‘Aquí no tenemos nombre’ le dice él a ella, ‘Es bonito no saber nada del otro’.

Ver a Brando enfurecido, fuera de sí, desquiciado, verlo llorar destrozado por el dolor o como una bestia sexual irrefrenable, con primeros planos fijos de más de 5 minutos, le valieron una nominación para los Oscar, y resulta para nosotros una auténtica gozada visual. En cuanto a su partenaire María Schneider: una mezcla de sexualidad e inocencia capaz de hacer hervir la sangre a todo un Brando.

Es una película dura, controvertida, provocativa, cargada de erotismo y sexualidad, escandalosa en su tiempo (la gente viajaba a Francia sólo para ver la película, prohíbida en otros lugares) y que no deja a nadie indiferente.

Dirigida por Bernardo Bertolucci en 1973 con guión del propio Bertolucci & Franco Arcalli, fue nominada para 2 Oscar (Director y actor).


4 comentarios:

Anónimo dijo...

que buena PELI!!! y muy buena la critica que has hecho de la misma
felicitaciones por tu blog
saludos

Jose dijo...

Gracias por tus palabras, y gracias por tu visita.

Un abrazo.

Marisa dijo...

Esta película me gustó y me hizo sufrir. Buena y perversa combinación.

En absoluto molesta por lo de Amelie,me gusta :)

Saludos mister.

Jose dijo...

Ufff!!! Q alivio ;)

Esque esa sonrisa que tienes... yo la valoraría en millones de dólares, o de euros... o mucho más que eso. Desde éste rincón poco conocido de mí me atrevo a decirte que PRECIOSA...

Ojala no te desaparezca nunca!

Y perdona mi atrevimiento (no estoy acostumbrado a piropear)

Besos Marisa.